¨Como bajar a Cristo¨.
Por: Eudys Moreta.
De imprevisto llegó frente a mis ojos
como si fuera una foto de perfil
una joven mujer desconocida
exhibiéndome a Cristo en la cruz
en la desembocadura de dos promontorios
próximo a las minas de la miel.
Y al ver el crucifijo colgando
desde el cuello hasta el escote
estacionándose tranquilo en su pecho
me atravesó, sencillamente, el pensamiento
más ligero que el viento en el cielo
para preguntarme sin vacilación:
¿El sentimiento está vivo o muerto?
Un sin fin de criterios
pasaron por mi cabeza
cómo bajar a Cristo
para yo ocupar su puesto.
La cruz colgaba casi insurrecta
sedienta como el desierto por el agua
dispuesta con un solo propósito
escuchar el susurro de mi voz.
Yo le miraba y él a mí también
mientras las dos colinas que de frente estaban
no sabían con quien, por fin, se quedaban
con el crucifijo que está santiguado
o con la vista mía que alargan mis manos.
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MIÉRCOLES CREATIVO.
