Cámara de Diputados reconoce a la premio Nobel de Paz Rigoberta Menchú

Santo Domingo, RD.- La Cámara de Diputados entregó este jueves un pergamino de reconocimiento a la destacada ciudadana guatemalteca, Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, por su comprometida y militante labor en la defensa de los derechos de las comunidades indígenas de su país y toda Centroamérica.

El reconocimiento fue entregado en el salón de la Asamblea Nacional, en ocasión de su visita a la República Dominicana.

La propuesta de homenajear a la líder de los pueblos indígenas, es de la autoría de la presidenta de la Cámara de Diputados, Lucía Medina, quien sometió una resolución que contó con el voto favorable de los diputados de las distintas bancadas.

“Como mujer y como presidenta de esta honorable Cámara de Diputados, comparto plenamente esta propuesta para que este órgano legislativo, honre su historia, y a todos los legisladores que tenemos, el privilegio de compartir con ella hoy, rindiéndole, como en efecto, un justo y merecido reconocimiento por su lucha a favor de su raza de origen, y con ella su lucha permanente en pro de toda la humanidad», proclamó la presidenta Medina al pronunciar el discurso central del acto.

Medina destacó que Menchú forma parte de la historia, no sólo de Centroamérica, Latinoamérica y del Caribe, sino del mundo, ya que dedicó su vida en la defensa de los derechos humanos.

Recordó que en octubre del 1992, Rigoberta Menchú estuvo de visita en el país, donde el presidente de la Cámara de Diputados de ese entonces, Norge Botello, la felicitó por haber logrado el Premio Nobel de la Paz.

Rigoberta Menchú

La doctora Menchú al gradeció la entrega del pergamino, dijo que Los Mayas hicieron una ciencia para la vida, y gracias a esa ciencia “sabemos nietos, nietas y joven de hoy también, tenemos que embocar lo más sagrado de la humanidad, número uno, su felicidad”.

Explicó que los seres humanos son prodigiosos, transcendentales y  extraordinario, que por esa razón tienen una misión que es acompañar todo proceso que lleva hacia la plenitud de la vida.

Manifestó que el planeta vive muchas incertidumbres, “para mí se resumen en la situación actual en una decadencia, espiritual, material y  social”, adujo Menchú.

Indicó que esas decadencias empobrecen la grandeza del ser humano, y por eso la violencia es un acto de cobardía, tras destacar que no hay violencia que no traiga consigo la dignificación quien la practica ni tan poca dignificación de quien recibe la violencia.

Por lo tanto, dijo que es un anhelo de hacer frente a la violencia con educación, con cultura, con actitud y con amor a nuestros hijos, nietos, nuestras parejas, amigos, compañeros, a nuestra bandera y nuestras organizaciones.

Indicó que América Latina y Caribe ha sido una de mucha batalla de convenciones y de lucha, “tenemos experiencias de trabajo que hoy podemos compartir con la humanidad que viven muchos desatinos en muchas parte del mundo”.

“Necesitamos ser internacionalista, ser solidario, necesitamos un mundo más humano, humanizada, necesitamos jugar un rol de liderazgo…, por lo tanto tenemos que avanzar en políticas pública.

Sostuvo que lo mejor del siglo pasa fue haber terminado los conflictos armados en nuestra América y Guatemala. Dijimos no más a la guerra y hoy vamos hacer un intento de volver empezar en un clima de diálogo, negociaciones, de reencuentros, de reeducación, demos una oportunidad para volver empezar.

Dijo que esto no significa borrón y cuenta nueva, como puede ser borrón y cuenta, si hay delitos  dehumanidad que se cometieron…, no, esa historia debe ser reconocida y que sea una fuente de inspiración para que nunca vuelva a resurgir en nuestros países.

La firma del libro por la Paz

La presidenta de la Cámara de Diputados, Lucia Medina; la doctora Rigoberta Menchú y como testigos el destacado escritor dominicano Marcio Veloz Maggiolo y el pinto Jorge Severino.

Al acto asistieron senadores, diputados, funcionarios destacada personalidades, como el director de El Nuevo Diario, licenciado Persio Maldonado, entre otros.

Resolución

La resolución en uno de sus considerando establece que Rigoberta Menchú Tum, forjó su personalidad y liderazgo por los derechos humanos en favor el fragor de su defensa a la comunidad indígena de Guatemala, como consecuencia de haber sido testigo de la discriminación y exterminio de hombres y mujeres de su raza.

Eso incluyó la muerte de su padre, Vicente Menchú, quemado vivo con fosforo en la denominada “masacre de la embajada española”, de la ciudad de Guatemala, así como la pérdida de su madre Juana Tum, torturada y asesinada por los escuadrones de la muerte del ejército y la policía, y el vil asesinato de su hermano Víctor, a cargo de los aparatos represivos del gobierno de Guatemala.