Por una nación próspera y feliz
Franc Rosario, el hombre que aspira a presidencia de la Republica por Alianza País anuncia candidatura
Pueblo dominicano, nuestro país atraviesa por una fuerte crisis que quienes gobiernan no han querido enfrentar. Durante la actual gestión, hemos visto como se han disparado los precios de los artículos de la canasta familiar, de la medicina, de los combustibles y otros bienes.
La delincuencia y la criminalidad se han apoderado de las calles, el desempleo va en aumento y el Congreso solo sirve para endeudar a la nación, aprobando cuantiosos préstamos cada semana.
Ante tanta improvisación de los inquilinos del Palacio Nacional, tras una extensa jornada de reflexión sobre las condiciones en la que se encuentra nuestro país, luego de haber escuchado las voces y propuestas de decenas de compañeros, amigos y familiares; quiero comunicarles que acepto el reto. Me presentaré como precandidato a la presidencia de la República para las elecciones de 2024 por el Partido Alianza País.
Motivación de la candidatura
Los anhelos que motivan nuestras aspiraciones son el deseo de cumplir con los reclamos de las mayorías, de distribuir equitativamente las riquezas y garantizar los derechos fundamentales de nuestra gente, de los y las dominicanas.
Para nadie es un secreto que este gobierno no ha garantizado las aspiraciones de cambio y bienestar que llevaron a miles de dominicanos a lanzarse a las calles, en la más grande manifestación humana de las últimas décadas, la Marcha Verde.
La actual administración ha contribuido a aumentar la desesperanza y provocar que el 48 por ciento de la población dominicana quiera irse del país.
Es tiempo de reducir los altos precios de los artículos de la canasta familiar, de los combustibles, de la medicina y otros artículos básicos. Es tiempo de enfrentar la delincuencia y la criminalidad, para que ya no veamos llorar desconsolada a una madre porque arrebataron la vida de su hijo para robarle un celular o una motocicleta.
Honorable y trabajador pueblo dominicano, como presidente, pondré al servicio del país mi amplia experiencia como empresario y mis vivencias en los barrios y campos de nuestra querida Quisqueya.
He padecido en carne propia las calamidades que agobian a nuestra gente, a los desarropados, a aquellos que tienen que trabajar de sol a sol para poner pan en la mesa de sus hijos.
Tenemos los diagnósticos, las propuestas, los recursos humanos y la unión de voluntades para transformar a la República Dominicana. Nuestro gobierno no será el gobierno de un partido, será un gobierno para el pueblo y con el pueblo.
En un gobierno nuestro, aplicáremos manos firmes contra los delincuentes, los de abajo, pero también los de arriba, esos que se pasean como grandes señores junto a la élite del país.
Juventud y mujer
El nuestro será el primer gobierno progresista de la historia dominicana. Un gobierno incluyente, participativo. Será el gobierno de la juventud y las mujeres, donde cada madre soltera tendrá vivienda, alimentos en su mesa y seguridad para sus hijos.
Nuestros jóvenes, esos que han cambiado la sonrisa por la desesperanza y cuyo principal deseo es el de conseguir una visa con destino al sueño
americano, tendrán verdaderas oportunidades de trabajar, estudiar, practicar deportes y divertirse de forma sana sin tener que salir del suelo quisqueyano.
Trabajaremos para construir una cultura de equidad y respeto entre hombres y mujeres, donde de una vez y por todas, pongamos fin a la pandemia de los feminicidios, esa que año tras año roba la vida de valiosas mujeres y destruye decenas de familias.
Clase trabajadora
La población trabajadora, devengará ingresos dignos para cubrir sus necesidades, nadie y quiero que también me oigan los que habitan las zonas más lejanas de este país; ningún dominicano ganará un salario que no le permita tener segura las tres calientes.
Es necesario instaurar un sistema de seguridad social digno, en el que la clase trabajadora acceda a pensiones justas, que le garanticen vivir dignamente después del retiro laboral.
Respeto a la Constitución y las leyes
Nuestro gobierno garantizará el respeto a la Constitución y a las leyes, promoviendo la igualdad como base de la convivencia sana y armónica.
En nuestra nación imperará la felicidad, la solidaridad y la equidad, para que ninguno de los hijos de Duarte, Sánchez y Mella sea avasallado por los irritantes privilegios que tanto fomentan la desigualdad.
Debemos poner fin a la cultura de la corrupción y la impunidad, garantizando fuertes sanciones para quienes incurren en estafas y delitos contra el Estado, procurando que devuelvan lo robado.
Economía
La forma en la que es administrada nuestra economía no es la correcta, pues solo ha servido para endeudarnos de manera desproporcional y acelerada.
En nuestro gobierno, aplicaremos un modelo económico que ajuste la economía hacia arriba, donde la gente empiece a ganar dinero por su trabajo.
Instalaremos un sistema de impuestos progresivos, donde los que tienen más riquezas, también paguen más impuestos.
No repartiremos miseria, nuestra tarea es multiplicar las riquezas nacionales. Sabemos cómo hacerlo, podemos hacerlo y lo haremos.
Honorable y valiente pueblo dominicano, nuestras metas son ambiciosas, tan ambiciosas como grandes son las penurias y calamidades acumuladas por los dominicanos estafados por los gobiernos mediocres que mal gobernaron nuestra nación.
Llamado a la unidad
A los partidos y organizaciones progresistas y de izquierda, a los ciudadanos independientes, les reitero nuestro llamado sincero para que juntos construyamos una gran mayoría, capaz de conquistar el poder en las urnas y garantizar un futuro promisorio a los dominicanos.
Escúchenme bien, este no será un gobierno de cómeselos ni de apaga estufas, será el gobierno de la colectividad, de todos y todas.
Más que un presidente, la República Dominicana tendrá a un padre de familia que velará por el bienestar de su pueblo. Hoy, con la certeza de que todo obra para bien, con la firme convicción de que nuestra propuesta llegará a cada hogar dominicano, les invito a acompañarnos y construir conmigo, “una nación próspera y feliz”.
