Mi barrio.

Autor: Eudys Moreta.
Tema: Mi barrio.
País: República Dominicana.

 

¡Ay, Villa Mella, mía, miro hacia atrás, y no dejo de recordar tu virginidad
de los días memorables de los años 70’s
de ser campo dentro de la ciudad
con fincas, ríos, criaderos, granjas y cañaverales
junto a las mamagengas, los bobotes, casabes y frituras y los más exquisitos chicharrones del mundo
a los enamorados urbanos no le hiciste esperar!

 

Me miraban y les contemplé todo el tiempo.
Los incitadores urbanos no se contuvieron
en solo mirar tus pimpollos
sino que dieron varios pasos adelante.
Te forzaban a orgías pascual
desde la misma administración del Estado
cirujándote por doquier
con inciminidades de barrios.

 

De aquel entonces a este instante, amada mía
sólo lo invisible me queda todavía
donde todo lo material se transformó
de un apacible campo espiritual
a un ruidoso fervor en Barrio Nuevo.

 

En mi barrio se ha perdido lo que tanto me complacía
al levantarme por la mañana temprano
ver a las cotorras en bandadas volar
escuchar el barboteo de las aves en el follaje
y a los pericos verlos por los aires
probando sus gargantas como si fueran de protestas
queriéndonos apresurar el día
entonando vívidos cantos
decían, francamente, a todo lo que vive y siente:
¡Despierta, despierta!

 

Sinceramente, me complacía mi Barrio Nuevo
tal cual fuera un brillante escaparate
poseía la bastedad de los olores y colores
en flores y hojas
muchas veces nos faltaba olfato o vista o tiempo
para degustar lo que las brisas nos traían
del arrajían, los azahares de los limoneros y los claveles
también, de los mangos, los lirios, rosas y quenepas.

 

/
Uuuuhhh, y ese olorcito a pan horneado y galletas
que me llagaban al alma
también, el del conconete y el bombón y el dulce de leche
o el fogón con el encendido de cuaba
y el aroma del café que a todo el barrio llegaba.

 

Mi barrio ya no cuenta con espacios
ni al frente ni en los patios ni en los lados
donde antes abundaban los jardines
y los minis bosques.
Ahora, solo hay hervideros de gentes
tanto es, que nos tropezamos en las calles.

 

Después de tanto, mi barrio querido de antaño
les han transformado sus espacios habituales
por apartamentos y habitaciones de alquiler
para hacer de las calles hileras de casas
sin decorados ni pompas ni serenidad
dejándome herido los sudores de la piel
y abatido por la monotonía.

 

*Derechos reservados.
Charlotte, CN, USA.
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