¨A Lagañita, mi gata¨
MIÉRCOLES CREATIVO.
Por: Eudys Moreta.
IUna de las gatas preferida de mi casa
daba la impresión de estar muriendo
cuando un día temprano en la mañana
llegó llorando con una herida
a todo lo largo de la panza
dejando un rastro de sangre
desde la verja de afuera
hasta por debajo de la cama.
Fuera de todo sentimiento
y de cuanta preferencia existiera
le presté los primeros auxilios.
Tome una sábana limpia
de un tirón le corte por la mitad
y con una cinta adhesiva de las anchas
le rateé el cuerpo con la herida
para contenerle las entrañas.
Después, profusamente respiré
cuando le sentí tranquila y en confianza.
La tomé, y al abrazarla la mimé
mirándole fijamente a la cara
y por su nombre, varias veces le llamé:
—“Lagañita, Lagañita… ay Lagañita
no te duermas por favor “.
Y ví salir de sus ojos
un chorro de lagrimas que le ardían
que al juntarse con las mías
a Dios la encomendé.
Salimos huyendo para el veterinario
a ver si le salvaban
entre diagnósticos, consultas, inyecciones, radiografías y operaciones
el tiempo le mortificaba
a mí, me desesperaba
la aparente lentitud con que se actuaba.
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