Extraña dilación en el ofrecimiento de los datos por parte del TSE parece tener un propósito
Santo Domingo.- Es notorio en grado sumo que la reducción del margen positivo en las elecciones presidenciales de Honduras del candidato opositor Salvador Nasralla sea directamente proporcional a la dilación del Tribunal Superior Electoral (TSE) en suministrar los boletines electorales en plazos dignos de menor sospecha.
Poco le ha importado al TSE que la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), mediante el informe presentado por el Observatorio Electoral de esta entidad , la Comisión de la Unión Europea a traves de sus observadores y la canciller de la propia Unión Federica Mogherini, hayan reclamado mayor celeridad en el conteo de los votos.
La dilación para emitir el boletín final coincide con la reversión en base al 3% restante de la tendencia predominante a lo largo del 97% ya computarizado por el propio TSE, la reelección del presidente Juan Orlando Hernández redundaría sin ninguna duda en un profundo debilitamiento de las instituciones capaces de añadirle en Honduras credibilidad a su incipiente democracia, ya que tardanza y reversión de un sólido 5% de ventaja en el conteo del 57% de los votos emitidos, según el primer boletín dado a conocer por el TSE 10 horas después de cerradas las urnas, pasaría a ser revertido por boletines lentos hasta la sospecha a pesar de la celeridad reclamada por la Unión Europea y Copppal.
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