EEUU podría incumplir el acuerdo migratorio con Cuba de otorgar 20,000 visas al año


Empezó con extraños síntomas reportados por diplomáticos estadounidenses en La Habana. Ahora el caso de los supuestos ataques a la salud podría seguir impactando a los cubanos a ambos lados del estrecho de la Florida.

Una de las consecuencias de estos incidentes aún sin aclarar es que Estados Unidos podría incumplir la cuota de 20,000 visas de inmigración que cada año fiscal otorga a ciudadanos cubanos, según sugirió una funcionaria del Departamento de Estado a el Nuevo Herald.

“Los Estados Unidos cumplieron su compromiso de emitir 20,000 documentos de viaje para el año fiscal 2017 (y el año fiscal 2016). Ese compromiso se cumplió mediante la emisión de visas de inmigrantes y documentos de parole”, escribió en un correo electrónico una vocera del Departamento de Estado. “Debido a la partida de todo el personal que no es de emergencia de la embajada de EEUU en La Habana, esperamos enfrentar desafíos para cumplir con ese compromiso en el año fiscal 2018” que comenzó en octubre del 2017 y concluye en septiembre, agregó.

Estados Unidos retiró la mayor parte de su personal en La Habana en octubre para protegerlo de los misteriosos ataques a la salud que al menos 24 diplomáticos y otros funcionarios habrían sufrido en Cuba entre noviembre del 2016 y agosto del 2017. El procesamiento de visas en la embajada fue suspendido —salvo en casos de emergencia médica y visas oficiales— así como las operaciones de su oficina de inmigración.

Los 20,000 visas y documentos de viaje anuales forman parte de los acuerdos migratorios de 1994-1995 firmados por la administración del entonces presidente Bill Clinton con el gobierno cubano para detener el éxodo conocido como “crisis de los balseros” y asegurar una emigración más segura hacia EEUU.

Según informó el Departamento de Estado, ese número incluye a los que reciben visas de inmigrante o un documento especial de admisión conocido como parole a través del Cuban Family Reunification Parole Program; los casos de refugiados y los familiares de aquellos que reciben asilo; los que obtienen visas de “diversidad” (conocidas como lotería); los que reciben visas para casarse con ciudadanos estadounidenses y los que han recibido paroles a través del programa especial para médicos cubanos.

Este último programa fue eliminado por la administración de Barack Obama en enero del año pasado.

La disminución de personal en la embajada estadounidense en La Habana desde octubre ha limitado sustancialmente los viajes de los cubanos a EEUU y la reunificación familiar. Los cubanos que solicitan visas para emigrar a EEUU deben presentarse a la embajada estadounidense en Colombia mientras que aquellos que solo quieren ir para visitar familiares, participar en un evento o por cualquier otro motivo de visita temporal, deben realizar sus solicitudes en un tercer país donde exista una embajada estadounidese.

El problema podría convertirse en permanente si tras seis meses de ordenar la evacuación de su personal, el Departamento de Estado considera que la situación en Cuba no ha variado.

“La duración total del estatus de orden de partida no puede exceder los 180 días, lo que corresponde al 4 de marzo de 2018. Si después de 180 días determinamos que esta amenaza aún existe, ajustaremos permanentemente la plantilla de nuestra Embajada”, explicó una vocera del Departamento de Estado en un correo.

Actualmente, los diplomáticos en La Habana están viviendo sin sus familiares y eso podría continuar al menos por otro año, si la embajada no restablece sus operaciones normales al cabo de los seis meses. También serían despedidos muchos trabajadores cubanos de la embajada.

Además de la suspensión de la mayor parte de los servicios consulares y el cierre temporal de la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), otras secciones clave que se encargan de temas relacionados con los derechos humanos, organizan eventos u ofrecen acceso a internet a activistas están cerradas, dijo la embajadora Vicki Huddleston a el Nuevo Herald.

“Nadie va a la embajada y hay una cadena alrededor de la puerta”, dijo Huddleston quien recientemente estuvo en La Habana y dirigió la antigua Sección de Intereses entre 1999 y el 2002. “Solíamos ser la mayor presencia diplomática y ahora ha vuelto a lo que teníamos antes de que la Sección de Intereses estuviera abierta [en 1977] … Nos hemos aislado por completo”, agregó.

Mientras tanto, el Departamento de Estado ha subrayado que el proceso de entrevistas en Colombia es “eficiente”.

“La embajada de Estados Unidos en Bogotá está procesando la mayoría de esas visas dentro [del plazo de] dos semanas (…) En realidad es un proceso bastante eficiente, es un proceso eficaz y simple para esos cubanos”, Lydia Barraza, una vocera del Departamento de Estado, dijo a Univisión 23.

Pero el encarecimiento y la complejidad del proceso de aplicación— que requiere reprogramar entrevistas, obtener visas y pagar la estadía en un tercer país por al menos dos semanas— ha causado gran angustia entre los cubanos en la isla y en EEUU, quienes ahora deben pagar miles de dólares más para reunirse con sus familiares. Las medidas también han obstaculizado el llamado “intercambio cultural” y la participación de cubanos en eventos en EEUU.

Un artículo en la revista digital oficial La Jiribilla esta semana informó de numerosas cancelaciones de programas de universidades, disqueras y conciertos de compañías y músicos estadounidenses tras el anuncio de regulaciones más estrictas en relación a los intercambios “pueblo a pueblo”—en la mayoría de los casos referidos en el artículo, la contraparte cubana era una institución estatal.

Aunque no fue formalmente suspendido, el Departamento de Estado canceló en octubre todas las citas de entrevistas para aquellos que buscan beneficiarse del Cuban Family Reunification Parole Program y aún no ha anunciado el nuevo procedimiento a seguirEl programa permite que ciertas categorías de familiares de ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes cuyas solicitudes para inmigrar a EEUU ya fueron aprobadas, puedan viajar al país antes de que sus visas de inmigración estén disponibles.

“Pagué $1,600 dolares por 4 paroles para mi familia y están hace un año esperando la fecha de entrevista y la aplicacion I-131 tiene fecha de caducidad. ¿Perderemos el dinero? Nadie responde”, comentó Richard Pérez en la página de Facebook de la embajada de EEUU en La Habana.

Adicionalmente, los cubanos en la isla que quieren solicitar refugio en EEUU por motivos políticos también se vieron afectados por la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que suspendió por cuatro meses el programa de EEUU para admitir a refugiados. Para el año fiscal 2018, la administración fijó en 1,500 el número de refugiados que aceptará procedentes de América Latina y el Caribe, incluida Cuba.

La cancillería cubana ha acusado a la Administración de Trump de usar el caso de los supuestos ataques sufridos por el personal estadounidense para entorpecer la relación bilateral y el proceso de normalización de las relaciones. En una reunión bilateral en diciembre del año pasado, el gobierno cubano llamó la atención sobre el “el impacto negativo” de la suspensión del otorgamiento de visas en La Habana porque “obstaculiza seriamente las relaciones familiares y los intercambios de todo tipo entre ambos pueblos”, según declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Los representantes cubanos también “instaron” al gobierno de EEUU a “emitir no menos de 20 mil documentos de viaje anuales a ciudadanos cubanos para emigrar a ese país”. En el pasado, Cuba ha acusado a EEUU de no cumplir con los acuerdos migratorios y no llegar a las 20,000 visas.

Según aseguró la vocera del Departamento de Estado, los Estados Unidos mantiene su compromiso “de apoyar una migración segura, ordenada y legal”.

Fuente:   El Nuevo Herald


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