AGUAS DE RIO YUCA AUN MANTIENEN EN VILO A RESIDENTES DE VILLA POMPA EN SABANA PERDIDA.
Un grito de auxilio a punto del olvido
Sabana Perdida, SDN.- Con una taza de café en la mano izquierda, un bastón sosteniendo su peso en la mano derecha, su rostro envejecido y unos ojos marrones que denotan cansancio, se encuentra Juana Ramírez, de 95 años, observando desde su puerta el mar de aguas negras que se instala en la parte delantera de su humilde hogar.
En un empobrecido barrio llamado Villa Pompa, ubicado en el sector de sabana perdida en Santo Domingo Norte, al igual que doña Juana son cientos el número de familia que viven este escenario.
El agua proveniente del río yuca, se apodera no sólo de sus calles sin asfalto y de sus casa, sino también de sus pertenencias como lo hizo en esta ocasión con la llegada del huracán Matthew.
Para la familia Reyes Hernández, quienes residen allí desde hace casi 20 años, esto no es nada nuevo, ya que aseguran que cada cuanto llueve fuerte la laguna que tienen como vista exclusiva toma terreno y en la mayoría de ocasiones los obliga a buscar refugio en lugares más altos.
«Es un problema que tiene solución, porque en tiempos de campaña nos han hecho promesas y luego que pasan las elecciones nos olvidan, miren en las condiciones que estamos» se refiere la señora Isabel Hernández a las casas cubiertas de agua hasta el zinc y al alojamiento dado por parte de otros vecinos que viven donde no los arropa el río.
Con cara de angustia y desolación, Flaviana Mota, de 68 años, 17 de ellos residiendo en el sector comparte como sus ganas de abandonar el lugar se invaden su pensamiento, pero que se ve obliga da a quedarse por la situación de pobreza en la que vive.
El ruido cotidiano de los motores hace ausente y solo se hace presente un grupo de jóvenes que conscientes pero conformes con su realidad se recrean libremente dentro de las aguas contaminadas del río.
Pedro Soriano, ex lugareño, cuenta como en la pasada tormenta Olga pudo auxiliar a los conocidos como «Villapomperos», felicitaciones colchones, pastillas y algunos alimentos, pero que en esta ocasión ese anhelo de ayuda se vió tronchado por falta de recursos. 
El mal estado de sus calles es otro de los tantos problemas que les afecta, además de sumarle a este plato de problemáticas un ingrediente de trago amargo, la delincuencia. Dicen verse preocupados por la ausencia policial y la presencia abundante de malhechores que usan el barrio como refugio aprovechándose que allí nadie los buscará.
En ese mio sentido la Junta de Vecinos, vive momentos de tensión, puesto que tenían pautadas sus elecciones el pasado domingo, para escoger un nuevo comité, pero esta fue suspendida porque el ex presidente Juan Carlos Reyes, no asistió a presentar los documentos correspondientes.
Ramón Suárez candidato a presidir la Junta dice se dirigirán al ASDN para buscar una respuesta rápida, ya que asegura no se ha podido resolver nada porque no hay nadie en el puesto.
Esperan que ese grito de auxilio no se quede olvidado en el más profundo e incómodo de los silencios.
Fuente: Nuevo Diario.
